A Leo Lytel se le diagnosticó autismo cuando tenía aproximadamente un año. Ahora que tiene
Sus progresos se refieren en una investigación, entre un grupo creciente de estudios, según el cual, al menos 10% de los niños con autismo pueden “recuperarse”, en su mayoría tras años de intensa terapia conductual.
Los escépticos cuestionan este fenómeno, pero la profesora de psicología en
Fein presentó su investigación esta semana, durante una conferencia sobre autismo en Chicago, que incluyó a 20 niños, quienes, de acuerdo con un análisis riguroso, recibieron un diagnóstico acertado pero años después ya no eran considerados autistas.
El estudio, financiado por el Instituto Nacional de Salud Mental, involucra a niños de entre 9 y 18 años
Entre ellos estaba Leo, un niño de Washington, D. C., quien antes no miraba a los ojos de las personas, repetía inconscientemente las palabras que se le decían y a veces daba giros —síntomas clásicos del autismo. Ahora, tiene un lenguaje articulado, socializa y está en el tercer grado. Su madre, Jayne Lytel, dijo que sus profesores consideran a Leo un líder.
Geraldine Dawson, investigadora sobre el autismo y directora científica del grupo Autism Speak, organización de ayuda a quienes sufren este desorden, consideró que la investigación de Fein marcó un hito.
“Pese a que varios de nosotros en el ámbito clínico hemos visto a niños que parecen recuperarse“, esto nunca ha sido documentado tan detalladamente como en el trabajo de Fein, dijo Dawson.
Los estudios previos han sugerido que entre 3 y 25% de los niños autistas se recuperan. Fein dice que sus investigaciones han mostrado que esa proporción es de entre 10 y 25%.
Pero incluso después de mucha terapia –que suele consistir en actividades educativas y sociales cuidadosamente planificadas, con recompensas–, la mayoría de los niños autistas sigue sufriendo este problema.
“Estamos en una etapa muy temprana en cuanto al entendimiento” de este fenómeno, dijo Dawson
La recuperación “no es una expectativa realista para la mayoría de los chicos“, pero los padres deberían saber que esto es posible, dijo Fein.
Los escépticos decían: “O ellos no eran autistas al comienzo… o tenían un desorden de socialización y eran obsesivos, pero no cumplían exactamente los criterios” para considerarse niños autistas, añadió Fein.
Señaló que los niños en su estudio “eran realmente” autistas y ahora, es comprobable que “no lo son”.
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Vía The Associated Press
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