Diez niños sufren autismo tras intoxicarse con los metales disueltos en las vacunas
El último menor diagnosticado acumula 27,5 veces más mercurio en su cuerpo de lo normal. Existen otros 3 casos en estudio en Alicante
Mario tiene tres años y medio y 27,5 veces más mercurio en su organismo de lo normal. También sus niveles de aluminio están alterados y casi doblan lo indicado. Su desarrollo fue normal hasta los 20 meses pero, a partir de ahí, el pequeño de Sueca comenzó a presentar pérdidas a nivel social y lingüístico hasta que, el pasado mes, se le diagnosticó autismo. "Yo no soy científica y no sé a qué se debe", previene su madre, Caritat, pero también sugiere: "Mi hijo se lleva seis meses con Alejandro, el hijo de Manuel, y es posible que les suministraran las mismas vacunas".
Alejandro y Manuel son hijo y padre. Su caso es muy similar al de Mario y Caritat, y precedente. A principios de junio, Manuel García, vecino de Ibi, denunció públicamente el diagnóstico de intoxicación por mercurio de su hijo, de 3 años. En su caso, los niveles de mercurio quintuplicaban lo normal. También presentaba contaminación por arsénico (320 veces más de lo normal).
García cree que esta intoxicación se debe a las vacunas que le inocularon a su hijo hasta los 18 meses, momento en el que el pequeño comenzó a manifestar comportamientos autistas y, por eso, ha unido su caso a la reclamación interpuesta por más de 70 familias contra el Ministerio de Sanidad ante la Audiencia Nacional. Unos pasos que también quieren seguir las otras familias afectadas.
Y es que, como García ha averiguado después, 12 de las 24 vacunas que recibió su hijo contenían tiomersal, un conservante a base de mercurio que aún utilizan algunos laboratorios a pesar de que la Agencia Europea de Evaluación del Medicamento (EMEA) recomendó en 1999 el uso de vacunas infantiles sin tiomersal en el plazo más breve posible. También después supo que su hijo tiene dificultad para metilar, es decir, presenta una dificultad extraordinaria para desechar los elementos tóxicos para el organismo, lo que en su opinión, explica los altos niveles de metales pesados acumulados en el organismo de su hijo y el desorden de los minerales, algo que -según concluye- podría estar en el origen del autismo, según le indicó el médico Marcos Mazzuca.
Desde que García hizo público su caso, más de doscientos padres se han puesto en contacto con él y ya contabiliza hasta una decena de casos diagnosticados en niños de entre 3 y 6 años en toda la Comunitat Valenciana. El último diagnóstico (el domingo por la noche recibieron el resultado de los análisis por correo electrónico) es el del pequeño Mario, de Sueca. Pero existen tres casos más que están en fase de análisis en Crevillent, Sant Vicent del Raspeig y Alcoi, los dos primeros de 6 años de edad, según la información facilitada por Manuel García.
La Conselleria de Sanitat indica que es el ministerio quién decide qué vacunas se suministran, con el aval de la EMEA, y también si algunas de éstas deben retirarse o sustituirse. Desde Sanidad recuerdan que se vacuna al 98% de la población y que "si hubiera algún problema con las vacunas se generalizaría". Además, indican que la vinculación entre las vacunas y el desarrollo del autismo "no está avalado científicamente" en España.
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